Cuando pensamos en croquetas, lo primero que viene a la mente son las tradicionales de bechamel. Sin embargo, hoy te traemos una receta diferente, fácil y deliciosa: croquetas de patata con queso y jamón. Perfectas para disfrutar en cualquier ocasión, estas croquetas son jugosas por dentro y crujientes por fuera. ¡Un éxito asegurado!
Ingredientes
- 800 g de patatas
- 200 g de queso rallado (puedes usar mozzarella o el que más te guste)
- 200 g de jamón serrano (finamente picado)
- 1 huevo
- Pimienta negra molida al gusto
- Harina, huevo batido y pan rallado para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra para freír
Elaboración paso a paso
- Preparar las patatas:
Lava las patatas y ásalas en el horno o hiérvelas con piel para conservar su textura y evitar exceso de agua. Una vez cocidas, déjalas enfriar, pélalas y tritúralas hasta obtener un puré suave. - Mezclar los ingredientes:
En un bol grande, combina el puré de patata con el queso rallado, el jamón serrano y el huevo. Añade pimienta negra al gusto y mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén integrados. - Dar forma a las croquetas:
Con las manos ligeramente engrasadas, toma porciones de la masa y forma croquetas del tamaño que prefieras. Intenta que sean uniformes para una cocción homogénea. - Rebozar:
Pasa cada croqueta primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. Si quieres un rebozado más crujiente, puedes repetir el proceso del huevo y pan rallado una segunda vez. - Freír:
Calienta abundante aceite en una sartén o freidora a 180 °C. Fríe las croquetas hasta que estén doradas por ambos lados. Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. - Servir:
¡Y listo! Sirve tus croquetas calientes para disfrutar al máximo de su textura crujiente y su interior jugoso.
Truco adicional para las croquetas de patata
Para un toque especial, añade al pan rallado ajo en polvo o perejil fresco picado. Esto le dará un sabor extra delicioso a tus croquetas.
Estas croquetas son ideales como aperitivo o acompañamiento en cualquier comida. Además, puedes congelarlas antes de freírlas para tenerlas listas en cualquier momento. ¿Te animas a probarlas? ¡Seguro que se convertirán en tus favoritas!